Si es de los que ama los planes fuera de lo común y no se asusta fácilmente, déjeme le cuento de un lugar que tiene que visitar en Bogotá: el Museo del Ser Humano. Ubicado en el barrio Santa Fe, este rincón le hará cuestionar hasta qué punto puede ver el cuerpo humano como algo normal. ¡Advertencia! Aquí lo aterrador no es solo lo que ves, sino también lo que sientes.
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Este museo, creado en 1973 por el doctor Alfredo León, y, con la ayuda de investigadores, recopiló las 500 piezas de la colección, la mayoría de ellas humanas. No es el típico museo de cuadros o esculturas; aquí se va a encontrar con fetos momificados, cerebros en frascos y hasta cuerpos deformados. Muchos de los objetos que verá aquí pertenecían a facultades de medicina, lo que lo convierte en una mezcla entre lo educativo y lo aterrador.
Uno de los momentos más impactantes de la visita es cuando se encuentran frente a una vitrina con un bebé siamés momificado. Este pequeño tiene dos cabezas y el estado de conservación es tan bueno que lo dejará sin palabras. Y si eso no le impresiona lo suficiente, espere a llegar a la parte donde le muestran el cráneo de un anciano sumergido en formol, algo que, según cuentan, hace que muchos visitantes se desmayen.
El museo está en una casona del barrio Santa Fe, así que prepárese para un paseo que va más allá de lo turístico. Aunque la experiencia puede ser un poco fuerte, es ideal para quienes buscan algo más que los típicos planes de ciudad. No solo conocerá más sobre la anatomía humana, sino que también se llevará una historia escalofriante para contar. Puede resevar su visita en la página oficial Museo del Ser Humano o en sus redes sociales.
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Visitar el Museo del Ser Humano es sumergirse en una Bogotá poco conocida. No es solo un recorrido anatómico; es una experiencia que mezcla ciencia, historia y, por qué no, un toque de terror. ¡Vaya ya a conocer este lugar! Eso sí, cuidado… dicen que los objetos aquí tienen vida propia.
Por: Maria Camila Zabaleta
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