La fábrica abandonada de Bavaria y sus historias
Para muchos de los que nacimos o crecimos en Bogotá es innegable recordar dónde está ubicada la fábrica de Bavaria. Localizada entre la Avenida de las Américas y la Calle 13 sobre la Avenida Boyacá, la fábrica de Bavaria fue por muchos años el símbolo de la cúspide en venta de bebidas alcohólicas y gaseosas por parte de esta empresa colombiana, que durante más de 40 años despachó sus productos a varias zonas del país.
No obstante, las épocas de ventura tienden a llegar a su final, tarde o temprano. Luego de este período de tiempo, Bavaria resolvió por trasladar sus instalaciones a Tocancipá, ciudad ubicada fuera de Bogotá, para continuar con la elaboración de sus productos. Sin embargo, el enorme terreno que habían adquirido en la zona de Castilla suponía que debía dejarse atrás el pasado, la arista de una empresa que por años fue sinónimo de éxito y producción en Bogotá.
Y es que, después de algunos años en los que el área fue abandonada de forma parcial, debido a que aun cuenta con malla de seguridad y vigilancia, la Fábrica Abandonada de Bavaria en el sector se ha convertido en un enorme coloso que flanquea a los nuevos proyectos de vivienda que se construyen en las cercanías, pero que a su vez parece una ciudad fantasma metida dentro de otra urbe llena de ruido y ajetreo.
Calles, edificaciones, torres de almacenamiento y casetas de vigilancia se han convertido ahora en hierros oxidados, retorcidos y que lentamente van cediendo su espacio a la naturaleza que rodeaba al complejo empresarial, que antaño contara casi todos sus días con un desfile interminable de camiones y tractomulas que traían los envases vacíos y se reabastecían.
Ahora, de todo ese infinito ruido que reinaba en el área sólo queda un espectral silencio y un soplo de viento que de vez en cuando se cuela a través de los barrotes oxidados de los edificios que aun se mantienen estructuralmente en pie.
Brotes de pasto, hierba y maleza se cuelan a través de las lozas que en su día fueron vías pavimentadas del progreso y los silos donde se almacenaba la materia prima de elaboración de las bebidas ahora son sólo gigantes silenciosos en lo que de vez en cuando algún aventurero sube a dejar su marca en forma de grafitti.
Esta vista de desolación y abandono supone que en la fábrica abandonada de Bavaria también se hayan reportado de forma espontánea algunos ruidos sin explicación y avistamientos de sombras que se cuelan a través de las grietas de los edificios. Sin embargo, dichas historias provienen de algunos que se han aventurado, sin permiso, a explorar los 650.000 metros cuadrados de los que dispone el terreno.
Y así como de desolado se ve el paisaje en la fábrica abandonada de Bavaria, también se ve desolado el futuro de esta zona, que en un principio se pensó demoler para dar paso a un amplio proyecto de complejo de apartamentos y zonas comerciales, pero que debido a un inconveniente legal se ha visto detenido.
Ciertamente, nadie sabe qué estructura o edificación dará reemplazo a las instalaciones en las que se encuentra ahora la fábrica abandonada, pero de lo que la gente está segura es que esta urbe dentro de otra urbe seguirá siendo una fuente de magnetismo para aquellos apasionados por el misterio que buscan de vez en cuando, darle un vistazo una vez más a sus viejas instalaciones, ahora devoradas por la madre naturaleza.
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