Museo del Ser Humano: Donde el hombre es arte

Cuando se nos habla de arte muchos pensamos en aquellos recintos donde encontramos esculturas, pinturas y exposiciones algo abstractas, difíciles de comprender. Sin embargo, una de las palabras que no asociamos con arte o museo es cuerpo humano.

Sin embargo, ¿sabía usted que en Bogotá existe un espacio dedicado a exhibir al cuerpo humano en todas sus variantes? Y lejos de ser una grotesca idea de alguien no tan cuerdo, el Museo del Ser Humano ubicado en la Calle 23ª#19-86 es un sitio que, aunque algo desconcertante, se dedica a mostrar a sus visitantes la perfecta ingeniería y arquitectura que el cuerpo humano posee en todas sus etapas.

Sí, como lo acaba de leer, el Museo del Ser Humano exhibe un aproximado de 500 muestras de tejidos, radiografías, huesos e incluso fetos conservados de forma perfecta, que van desde personas de avanzada edad hasta embriones que no se desarrollaron del todo.

Esta idea, surgida de la mente del Doctor Alfredo León Fernández, y que se materializó en el año de 1973 con el nombre de Museo Exposición “El Hombre”, nombre que llevó hasta el 2010 cuando se convirtió en el Museo del Ser Humano, se destinó en primer lugar como un sitio de índole educativa, donde los visitantes pueden aprender más acerca de cómo funciona el cuerpo humano y las diversas etapas de crecimiento de este.

Además de contar con cuerpos y tejidos de muestra de seres humanos, el Museo del Ser Humano también cuenta con especímenes de animales perfectamente conservados como perros y otros seres vivos, los cuales complementan la experiencia de aprendizaje que el museo busca brindar a quienes lo visitan.

No obstante, este destino también se ha convertido en un faro de hechos inexplicables y donde algunos han reportado sentir o vivir experiencias fuera de lo común.

Y es que, siendo un sitio donde hay más de 100 momias y fetos conservados a la perfección, el Museo del Ser Humano no ha estado lejos del ojo atento de aquellos que consideran que tener cuerpos de personas que estuvieron vivas en algún momento ha impregnado el sitio con su propia energía.

Desde salas donde la temperatura parece descender de forma extremadamente alarmante hasta fenómenos donde se han reportado quejidos o sombras sin un origen claro, el Museo del Ser Humano se ha convertido en un destino por excelencia para aquellos que buscan sentir una experiencia totalmente diferente a lo establecido. Incluso se cuenta que ha habido ocasiones en las que pantallas de teléfonos móviles y bombillos han explotado sin una razón aparente.

Anímese a conocer este sitio, que, aunque no ha recibido la atención mediática que debería merecer, es innegable que el Museo del Ser Humano cuenta con un magnetismo propio que atrae tanto a curiosos como a personas ávidas de conocimiento.

Sea para conocer más acerca de la maquinaria biológica que somos los seres humanos o por vivir una experiencia perturbadora, el Museo del Ser Humano siempre tiene las puertas abiertas para esperar su próxima visita.

RESERVE AQUÍ